miércoles, 28 de septiembre de 2011

Toffees

Un nuevo inquilino –en los tiempos que corren es de celebrar la llegada de cualquier rostro nuevo al patio gastronómico barcelonés- ha venido a ocupar el espacio que, en la zona alta de Barcelona, dejó el malogrado Il Bellini.

Nuevo vecino de los que siempre han estado ahí y, seguro, que por muchos años así será –estoy pensando en Semon, Via Veneto o Casa Tejada-, pero también de otras caras nuevas que todavía tienen que demostrar que no se quedarán en la mera novedad –pongamos que hablo de los restaurantes Nuba o Isabella’s-, y que, al ser requerido sobre su profesión, orgulloso responde: soy un Bistró.

Respuesta, cuya explicación, supongo, debe buscarse en que, a un restaurante que tanto prepara un Club Sándwich como un plato de caza, en el que se sirven desde huevos a arroces, en el que en una mesa pueden convivir desde conservas –eso sí, de calidad- a pescados salvajes pasando por ostras, hamburguesas, tártars o quesos DO “Vila Viniteca”, y en el que, dada su variopinta carta, es imposible fijar una factura media –estimo que éstas deben oscilar entre los 25 € y los 60 €-, el único traje que le servía era el, por todos y de todas partes deformado, de bistró.

Restaurante Toffees que abrió las puertas de su agradable, aunque algo de “cartón piedra” sala, que se aventuró con su propuesta gastronómica “de nunca acabar”, y que vino a sumar un nuevo y magnífico patio interior al panorama barcelonés, hace poco más de dos meses y en el que, hace unos días me aventuré con la siguiente comida de “amplio espectro” –todo sea en pro de poder valorar con el máximo conocimiento de causa una oferta gastronómica-.




Comida a la que pusieron un notable preludio unas más que correctas chips “home made” –agradablemente de nuevo en boca de muchos- desafortunadamente, y por exigencias del guión, acompañadas por un vermut Martini –con lo poco que cuesta, son incluso más económicos, contar con un vermut “de verdad”, ya sea Izaguirre, Perucchi o Miró, entre otros-.

Y un buen surtido de panes: ecológico, integral y centeno, en el que sobresalía este último, acompañados con mantequilla Echiré.

Y que discurrió entre un notable carpaccio “Harry’s Bar”.

Unos correctos –resulta imperdonable que estos bivalvos no estén adecuadamente limpios-mejillones de roca al vapor.

Un buen arroz (bomba de Pals) negro con chipirones.

Una mejorable, particularmente por su punto de cocción, hamburguesa con tomate al horno y cebolla caramelizada.

Y una, absolutamente prescindible, tarta tatin, cuya manzana estaba casi cruda y su base ni era crujiente ni se apreciaba el caramelizado de la mantequilla con el azúcar, acompañada por una correcta crema inglesa, un dulzón helado de vainilla y un –por favor, desterrémoslos ya- horrible culís de frambuesa.

En definitiva, lo dicho, en los tiempos que corren, toda aventura empresarial merece su reconocimiento, no obstante, y dado que de un magnífico espacio en Toffees ya disponen, un servicio algo más profesional y una oferta gastronómica algo, o mucho más corta, en pro de poder asegurar la calidad de toda ella, se me antojan como indispensables si pretenden que su mayor reclamo no se quede en la, intrínsecamente caduca, novedad.

Bodega: Abadal Cabernet Franc 2010 (Tempranillo y Cabernet Franc). Masies D’Avinyó. DO Pla de Bages.

Precio: 45 €

En pocas palabras: Restaurante “de domingo” en la zona alta de Barcelona.

Indicado: Para los amigos, familias…incapaces de armonizar preferencias gastronómicas. En Toffees las encontraréis todas.

Contraindicado: Para los que, como un servidor, creen que, quien mucho abarca poco aprieta es un dicho de perfecta aplicación en restauración.

Via Augusta 201, Barcelona
934 813 895

4 comentarios:

  1. totalmente prescindible. Es un quiero y no puedo. No volveré.

    ResponderEliminar
  2. Desafortunadamente, apreciado Anónimo, como bien apuntas, o mucho cambian las cosas, o el restaurante Toffees bien poco aportará al panorama gatsronómico barcelonés.

    Un saludo,

    eduard

    ResponderEliminar
  3. Cenamos la pasada noche, y la relacion calidad precio nos parecio adecuada.
    Es un espacio con alma propia, por cierto no supimos ver "el carton piedra"
    tal como vd.indica la terraza es memorable.
    Las viandas de gran calidad, se les nota aire de "Mercat".
    Nosotros repetiremos y lo recomendaremos.
    Saludos

    ResponderEliminar
  4. Buenas noches, Enrique,

    Siento discrepar, pero en mi visita no advertí la gran calidad que apuntas en sus materias y sí en cambio cierta frialdad en la sala refelejo de una decoración algo, o mucho "postiza".

    Afortunadamente, me resulta imposible discrepar en cuanto a la belleza, a lo bucólico de su terraza.

    Un saludo,

    eduard

    ResponderEliminar